martes, 2 de agosto de 2011

Misión, Visión y Valores falsos


Toda organización que se precie de tal ha pasado por la etapa estratégica de definir su Misión, Visión y Valores. Probablemente están colocados en bonitos cuadros que decoran los ambientes de cada área de la empresa. Pero ¿cuánto de esto se aplica en la práctica? A veces muy poco.

Muchas organizaciones invierten grandes sumas de dinero para establecer instrucciones y difundirlas a todos internamente. Hay consultores que se especializan en ayudar a las empresas a describir su futuro. Lástima que los textos hermosos que definen las misiones y visiones son más correctos gramaticalmente que eficaces en términos de resultados. "Garantizamos la satisfacción de nuestros clientes", "Concentramos todos nuestros esfuerzos en tener siempre productos innovadores", "Nuestro objetivo es la satisfacción y el compromiso total de nuestro personal", son sólo algunos ejemplos de estas frases inocuas.

Pero, ¿quién valida en el día a día este escenario? Al menos dos personajes: primero, las personas que trabajan en estas empresas. Cuando la teoría no es compatible con lo que se practica, las personas son las primeras en repudiar estas frases no reales y convertirlas en un hazmerreír.

El segundo personaje que percibe fácilmente cuando las misiones, visiones y los valores no se aplican en la práctica, son los clientes. Ellos aprendieron a prestar atención al discurso de sus proveedores y compararlos con las prácticas reales.

Recuerdo un caso interesante ocurrido en EE.UU. hace unos años con un profesor de renombre que fuera contratado para hacer una presentación a todo el cuerpo directivo de una de las mayores aerolíneas de ese país. El evento estaba programado para las nueve de la mañana. Nueve y cuarto, nueve y veinte, nueve y media y el famoso orador no aparecía. El presidente y sus asesores comenzaron a impacientarse y a criticar su falta de profesionalismo. Con cuarenta minutos de retraso, el orador ingresó al escenario y comenzó su presentación.
"Señores, buenos días, es un honor estar aquí con ustedes y, como pueden notar, estoy comenzando con cuarenta minutos de retraso. Pero como ayer un gerente de vuestra empresa en el aeropuerto en que embarqué, dijo que 40 minutos no es retraso, creo que podemos seguir adelante. "
Claro que la dirección de la compañía no se sintió bien al oir aquello, pero era la pura verdad.

¿Cuántas empresas están muy lejos de poner en práctica lo que alguien un día escribió tan bonito en un papel?

Gestión positiva es tener una Misión real, una Visión pragmática y posible y Valores realmente importantes, mantenidos y respetados por el 100% de las personas que allí trabajan.

¿Es su empresa Positiva en este aspecto? Espero que sí!



Fuente: Renato Ricci - Revista Exame/Blog Gestão Positiva - Link